Liturgia y santoral 18/5/21 ML: S. JUAN I

#coronavirgendolores2023

 

Memoria libre: SAN JUAN I, papa y mártir

Hechos 20,17-27

Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús

En aquellos días, desde Mileto, mandó Pablo llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo: “Vosotros sabéis que todo el tiempo que he estado aquí, desde el día que por primera vez puse pie en Asia, he servido al Señor con toda humildad, en las penas y pruebas que me han procurado las maquinaciones de los judíos. Sabéis que no he ahorrado medio alguno, que os he predicado y enseñado en público y en privado, insistiendo a judíos y griegos a que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora me dirijo a Jerusalén, forzado por el Espíritu.

No sé lo que me espera allí, sólo sé que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y luchas. Pero a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar mi carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y ahora sé que ninguno de vosotros me volverá a ver. Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie: nunca me he reservado nada; os he anunciado enteramente el plan de Dios.”

Salmo responsorial: 67

Reyes de la tierra, cantad a Dios.

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa, / aliviaste la tierra extenuada; / y tu rebaño habitó en la tierra / que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R.

Bendito el Señor cada día, / Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación. / Nuestro Dios es un Dios que salva, / el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R.

Juan 17,1-11a

Padre, glorifica a tu Hijo

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: “Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese.

He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti.”

 

 

SANTORAL:

  •  Santa Claudia, San Dióscoro de Alejandría, San Erik, San Félix de Spalato, San Félix de Cantalicio, San Juan I Papa, San Potamón, San Próspero de Tarragona, Santa Rafaela María del Sagrado Corazón, San Venancio de Camerino.
    • Beata Blandina Merten, Beato Burcardo de Beinwil, Beato Guillermo de Toulouse.

 

 

San Juan I (Toscana, c. 470 – Rávena, 18 de mayo de 526) fue el papa nº 53 de la Iglesia católica de 523 a 526. Es considerado santo por la Iglesia católica, que celebra su festividad el 18 de mayo.
Hijo de Constancio, nació en Siena, o bien el Castillo de Serena, en los alrededores de Chiusdino, pueblo en el sur de la Toscana, entre Siena y Grosseto, una pequeña fortaleza construida por Serena, esposa de Estilicón, en el siglo IV, destruida en la Edad Media y hoy desaparecida.
Era fraile en el momento de su elección como pontífice, sólo siete días después del fallecimiento de su antecesor.
Fue el primer papa en viajar a Constantinopla cuando el rey ostrogodo Teodorico el Grande lo envió, en 525, para que negociara con el emperador bizantino Justino I el cese de las persecuciones que contra los arrianos se producían en el imperio desde la publicación de un edicto imperial en 523.
El fracaso de su misión, ya que el decreto no había sido anulado, junto a las acusaciones de tibieza en las negociaciones con el emperador, hicieron que a su regreso a Roma, Teodorico lo hiciese encarcelar en Rávena, capital del reino ostrogodo, donde murió martirizado el 18 de mayo de 526.
Sus restos fueron llevados a Roma y enterrados en la Basílica de San Pedro.

Coronación  Canónica de la Virgen de los Dolores 2023

¡¡¡TU ORACION ES SU CORONA!!!