Artículo de nuestro Alcalde en revista “FRANCISCANOS”

 “Más que hermanos”
(Reflexiones sobre el XXV Aniversario del Hermanamiento)
Daniel Domínguez Repiso – Alcalde Presidente de la Vera Cruz

Cuando vuestro Hermano Ministro me hizo el encargo de escribir estas líneas, me vino a la cabeza que todo surgió como una relación meramente formal y bienintencionada entre cofradías –La Cruz Desnuda y la Vera Cruz- por su común origen dentro de la familia franciscana. Entonces (en aquel lejano 1990) lo llamamos “hermanamiento”, sin saber muy bien en que consistía aquello ni para qué iba a servir. Pasado ya un cuarto de siglo, aquel acuerdo formal y un poco retórico se ha transformado en una auténtica AMISTAD, no solo entre las instituciones, sino también entre los cofrades, entre las personas.

En esta relación, como en todas, se han pasado épocas mejores, otras… menos buenas y algunas de total indiferencia. Pero yo siempre personalmente recordaré cuando, a principios de este siglo XXI, en una importantísima crisis de la Vera Cruz, los hermanos franciscanos acudisteis ofreciendo todo lo que teníais en aquel momento: vuestro apoyo económico, personal e institucional. Nunca lo olvidaré. Además aceptasteis, sin rechistar, gestos “poco amistosos” que en aquel momento se tomaron y que pronto fueron olvidados. Queda como recuerdo de aquellos días, un blanco cordón franciscano pendiendo de lo más alto de nuestra bandera.

A nivel interno de la Vera Cruz, el hermanamiento sirvió para bucear en nuestras raíces, para llegar a nuestra fundación hace casi ya seis siglos en el desaparecido Convento de San Francisco, sito en la Plaza del Mercado vallisoletana. Y saber el por qué del cuadro de Santa Teresa con San Francisco que corona el retablo del Ecce Homo, hoy en la exposición de las Francesas. Y reconocer en nuestra verde cruz de guía el milagroso abrazo entre Jesús crucificado y el santo de Asís…

Es más, reflexionando, hasta los nombres de nuestras cofradías nos hermanan. ¿No es sino la “Cruz Desnuda” donde sufrió y murió el Maestro por salvarnos, sin adornos, sin más… la “Cruz Verdadera” nuestra Vera Cruz?

Pero, como decía al principio, esos orígenes comunes que dieron lugar a la firma del hermanamiento, no fueron suficientes para formar la actual relación de honda amistad. Ésta se ha ido fraguando con pequeños gestos que nos han hecho conocernos, comprendernos y querernos. Nuestra desaparecida banda de cornetas y tambores acudiendo, contra viento y marea, a vuestro tempranero Vía Crucis, regresando a la carrera para llegar al sermón de la Siete Palabras. Vuestros tambores, acompañados de dulzainas, abriendo nuestra planta el Domingo de Ramos. Hábitos marrones y verdinegros portando los faroles que alumbran a la Verdadera Cruz a principios de mayo…

Y, qué decir de vuestro inolvidable “Día de la Familia”, otrora en el Pinar ahora en el Colegio del Pilar… al que fuimos hace años “adoptados”. Desde este frío mes de enero, ya se hace la boca agua pensando en ese inicio del verano, con su misa de campaña donde se mezclan las camisetas verdes y marrones, seguida de ese interminable apetitivo solidario, de las riquísimas paellas y todo tipo de viandas (y de caldos), de esas partidas y partidos, de las inacabables conversaciones sobre cofradías y Semana Santa… terminando a veces en la madrugada.

Y, para abrir la Navidad: las misas de hermanamiento, una en cada casa. Si el Seráfico Padre confeccionó el primer belén, nuestra cofradías se empeñan en bendecir los suyos aprovechando la visita de sus hermanos.

Recientemente nos hemos embarcado en una nueva cruzada en común: las Jornadas “Spei Mater” (Madre de la Esperanza) en defensa de la vida y la familia, junto a las cofradías de la Pasión y del Atado. Compartimos acciones de caridad…

Para terminar, permitidme que muestre mis sentimientos personales, como “crucito” con casi 50 años de vivencias cofrades. Para mí sois un ejemplo de cofradía: dinámica, trabajadora, disciplinada, ilusionada, solidaria… Realizáis un duro trabajo cada día y, con un número no muy grande de cofrades, sois un referente en la Semana Santa vallisoletana. El vuestro, año tras año, hermano ministro tras hermano ministro, es un ejemplo a seguir, y que yo, como cofrade, trato de emular.

Cuando entro en vuestra sede o me cruzo con una representación de la Cruz Desnuda, no acabo de saludar a personas sonrientes, que hacen que te sientas como en casa, rodeado de tus hermanos… de tus verdaderos amigos.

Feliz XXV Aniversario.